El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha emitido una sentencia histórica que corrige una discriminación que afectaba a casi 7.000 alumnos de Formación Profesional en centros privados concertados, incluidos los de la red salesiana. La decisión anula las resoluciones que impedían a estos estudiantes acceder al complemento autonómico del Programa Erasmus+, una situación que limitaba sus oportunidades de movilidad académica en Europa.
Este logro ha sido posible gracias a la firme defensa de los derechos educativos por parte de Escuelas Católicas Andalucía, que impulsó la demanda para garantizar la igualdad de oportunidades en la educación. La sentencia pone fin a una política que favorecía exclusivamente a los centros de titularidad pública, vulnerando el principio de equidad. Con este fallo, los centros concertados, podrán ofrecer a su alumnado las mismas condiciones de participación en programas internacionales que el resto del sistema educativo público andaluz.
Los centros salesianos, reconocidos por su compromiso con una educación integral y su énfasis en la formación práctica, han sido históricamente referentes en la enseñanza de valores y capacitación profesional. Con esta sentencia, sus estudiantes podrán acceder a las ayudas que les permitirán ampliar sus horizontes académicos y profesionales en el extranjero, sin que la titularidad de su centro suponga una barrera.
Desde Escuelas Católicas Andalucía y desde el equipo educativo de los Salesianos de la Santísima Trinidad, se valora este fallo como un avance fundamental para la equidad en el sistema educativo y un reconocimiento a su labor en la defensa de los derechos del alumnado de centros concertados. «Es una victoria para todos los estudiantes de Formación Profesional de estos centros, que ahora podrán participar en el Erasmus+ en igualdad de condiciones», destacan fuentes de la institución.
Escuelas Católicas Andalucía reafirma su compromiso con un sistema educativo inclusivo y equitativo, en el que se respeten los derechos de todo el alumnado, independientemente del centro en el que cursen sus estudios. Gracias a su iniciativa, se garantiza que los jóvenes andaluces que estudian en centros concertados, como los salesianos, puedan acceder a una educación sin restricciones ni discriminaciones injustificadas.