Hoy queremos expresar nuestra inmensa gratitud a todos los participantes que hicieron posible ayer el éxito de la Donación de Sangre, una tradición arraigada en nuestro colegio desde 1994. La solidaridad y el compromiso que demostraron son dignos de elogio.
En esta ocasión, hemos contado con la participación activa de 125 personas, entre las cuales se encontraban una madre valiente, dos ciudadanos comprometidos, cinco profesores ejemplares y tres miembros del Personal de Administración y Servicios. ¡Pero lo más emocionante fue la abrumadora participación de nuestros alumnos! Son ellos quienes, en su mayoría, se sumaron con entusiasmo a esta noble causa.
Sabemos que algunos no pudieron unirse esta vez, pero confiamos en que en futuras oportunidades se sumen a esta iniciativa que va más allá de un simple acto: es una expresión de solidaridad y humanidad que nos involucra a todos.
La cultura de la vida es un valor fundamental, una opción cristiana y salesiana de primera necesidad. Cada gota de sangre donada es un gesto de amor y esperanza, un acto concreto para ayudar a quienes más lo necesitan. Sigamos cultivando juntos esta hermosa tradición que nos une como comunidad.
Una palabra surge rauda de nuestros corazones: ¡GRACIAS! Gracias a cada donante, a cada persona que colaboró en la organización y a todos los que, de una u otra manera, hicieron posible este evento. Sigamos construyendo juntos un futuro mejor, donde la solidaridad y el compromiso sean la fuerza motriz de nuestra comunidad.
¡Gracias a todos por ser parte de esta noble causa! Sigamos adelante con el compromiso de hacer de cada día una oportunidad para hacer el bien.