Somos futuro, arrancamos motores

9 septiembre 2024

El mes de septiembre marca un momento especial en la Casa Salesiana de la Trinidad, una institución que, desde su fundación en 1893, ha sido un faro de educación y valores para generaciones de jóvenes en Sevilla. El curso escolar 2024-2025 no es la excepción y con la llegada de este nuevo ciclo, el claustro de profesores y profesoras ha dedicado las últimas dos semanas a preparar meticulosamente cada detalle, asegurándose de que todo esté a punto para recibir a sus alumnos y alumnas. Este esfuerzo colectivo refleja el compromiso inquebrantable de la comunidad educativa-pastoral con su misión de formar buenos cristianos y honrados ciudadanos, siguiendo el legado de Don Bosco.

 

Educar es cosa del corazón

El inicio de curso siempre supone un reto organizativo y pedagógico, pero el equipo docente de la Casa Salesiana lo ha afrontado con entusiasmo y dedicación. Durante las dos últimas semanas, se han revisado metodologías, adaptado contenidos y organizado espacios, con el objetivo de ofrecer al alumnado no solo una educación de calidad, sino también un entorno acogedor y seguro. Se trata de un esfuerzo continuo por mantener viva la esencia de la pedagogía salesiana, centrada en la cercanía, la familiaridad y el acompañamiento personal. El profesorado ha trabajado en equipo para fortalecer los lazos con las familias y preparar actividades que favorezcan el desarrollo integral de cada joven.

 

Un futuro prometedor

El curso 2024-2025 se presenta lleno de retos, pero también de oportunidades, con una nueva ley educativa (en Formación Profesional) y una nueva PAU para los chicos y chicas de 2º de Bachillerato. Las bases están sentadas para continuar ofreciendo una educación integral, en la que los valores cristianos son el pilar fundamental. La comunidad educativo-pastoral de la Casa Salesiana de la Trinidad mira hacia el futuro con esperanza, confiando en que María Auxiliadora acompañará a cada miembro en su camino y en que su luz iluminará cada paso que se dé.

Este inicio de curso es una oportunidad para renovar el compromiso con la misión salesiana, esa que aspira a hacer de cada joven un buen cristiano y un honrado ciudadano. Que este curso que comienza esté lleno de aprendizajes, alegrías y momentos compartidos, siempre bajo la mirada protectora de la Virgen Auxiliadora.

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