Padre Antonio, apóstol de la FP

17 octubre 2020

El 15 de septiembre estaba más nervioso él que los alumnos de FP que comenzaban el curso. D. Antonio Altarejos, el padre Antonio como llaman cariñosamente los alumnos, esperaba el momento de poder saludar de nuevo a los alumnos de FP que frecuentaban nuestro centro y conocer a los nuevos.
No tardó mucho en comenzar a realizar su apostolado entre los técnicos de nuestra casa: saludos cordiales, bendiciones, reparto de estampas y objetos religiossos… y un largo etcétera de iniciativas que buscan acercar a Dios a muchos alumnos que desde hace mucho tiempo lo tienen aparcado.
El padre Antonio no duda que el corazón de estos jóvenes tiene, como decía Don Bosco, algo bueno desde donde podemos iniciar a construir una verdadera relación don Dios. D. Antonio Altarejos lo consigue. A sus 94 no duda en iniciarse en todas las técnicas que hagan falta para ser cercano y poder llegar a su corazón: tiene un un grupo de Whatsapp a través del cual les envía y recibe mensajes evangélicos, situaciones de vida que reclaman la presencia de Dios, tiene un grupo de destinatarios con los que mantiene una relación mediante email a los que considera su «parroquia virtual». Todo un derroche de entusiasmo con el fin de conseguir que se abran a la presencia de Dios.
Hace unos días comenzó una de sus campañas favoritas: el reparto de rosarios. Durante los recreos, como buen salesianos, se acerca a los grupo de alumnos y, tras la oportuna catequesis ocasional, les invita a aceptar un rosario. Los bendice, se los coloca y, con mucho cariño, posa con ellos en una foto de recuerdo. No se crean que reparte uno o dos, ni una decena ni dos, son centenares de ellos los que llegar a repartir.
Seguimos animando al Padre Antonio a ser el apóstol de la FP con el mismo cariño y entusiasmo con el que hasta hoy lo hace.

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