¡Qué cómodo se está cuando no tienes que decidir nada! O al menos cuando las decisiones son sencillas… Seguramente no te costará mucho decidir entre, por ejemplo:
- Salir con tus amigos o ver una serie de Netflix
- Tomarte una pizza o una hamburguesa
- …
Pero hay otras decisiones que ya van costando un poquito más:
- Estar tumbado en el sofá o ayudar a poner la cena
- Tirar la basura y sacar al perro o pedirle a tu hermano que lo haga
- …
Otras decisiones hacen referencia a tus responsabilidades y tiempo libre…
- Hacer la tarea o salir de compras
- Ir a grupos de fe o apuntarte en un equipo de futbol
- …
Y bueno, podríamos entrar en decisiones que afectan a tu vida personal y futuro:
- Estudio letras o ciencias
- Le digo que me gusta o paso
- Me comprometo como animador o no
- …
Pues bien, hoy te voy a regalar dos sencillos criterios para saber qué hacer.
- ¿Qué haría Jesús?
- ¿Qué me dice Dios en mi conciencia?
Para responder a la primera pregunta hay que estar bien formado, conocer bien al Señor, o preguntar a alguien que sepa más que tú sobre Él. Y para responder a la segunda tienes que reflexionar, meditar y orar. ¿Cómo? Ve a la capilla, y de rodillas ante el Sagrario, pregúntale, y en el silencio de tu corazón escucharás su voz.